Los primeros correos electrónicos que establecieron un contacto comercial entre la empresa Hopin y la Dirección del Trabajo (DT) comenzaron en noviembre de 2017, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Luego de una serie de mensajes entre las partes, se concretó una reunión el día 16 de ese mes, solicitada mediante Ley de Lobby, y después de la junta, Matías Daire –entonces gerente comercial de la compañía tecnológica, y hermano de José Tomás, fundador de Hopin– le envió un mail a las 14:35 a los funcionarios del organismo público con los que se había juntado.
“Les adjunto nuestra propuesta para que puedan evaluar la implementación de nuestra solución que sin duda será un gran aporte a la atención de todos sus usuarios, simplificando la navegación y mejorando la experiencia de atención”, les dijo.
Todo indica que esa interacción no llegó a puerto, pues unos meses después, con Sebastián Piñera ya de presidente, Hopin se volvió a contactar con la Dirección del Trabajo por medio de Ana María Zaldívar Palma, hija del político Adolfo Zaldívar, fallecido en 2013.
El 12 de abril de 2018, Zaldívar Palma, entonces lobbista de la compañía ligada a Cristóbal Piñera Morel, le escribió un mail a Roberto Rodríguez Moreira, funcionario de la Dirección del Trabajo.
Ese año, ya con Piñera en el poder, sí se llegó a puerto, acorde a los otros correos electrónicos entre ambas partes que solicitó Interferencia vía Ley de Transparencia a la Dirección del Trabajo (nuestro medio solicitó todas las comunicaciones formales entre ambas partes previas a este trato comercial).
Así, el 8 de agosto, José Tomás Daire, uno de los socios de Hopin, suscribió un contrato con Mauricio Peñaloza Cifuentes, director del Trabajo designado en ese cargo por Sebastián Piñera en marzo de 2018.
En concreto, Hopin vendió el servicio de chatbot –una ventana de conversación online que responde preguntas a los usuarios de la DT– hasta el 2 de diciembre de 2019, por un monto de 46 millones de pesos.
Ese mismo servicio fue el que se renovó el pasado 30 de diciembre de 2019, solo que ahora con otro representante legal por parte de la empresa, Andrés Godoy, también socio de la compañía.
Por vender el chatbot por 12 meses, Hopin cobró 20,5 millones de pesos, un monto que tampoco requirió de licitación por parte de la Dirección del Trabajo.
La huella del abogado Turner
En mayo de 2019, cuando Interferencia publicó el vínculo entre Hopin y Cristóbal Piñera Morel, la empresa indicó mediante un comunicado que «en julio de 2018, [Cristóbal Piñera] cedió íntegramente su 7% de participación en Hopin, lo que fue debidamente informado al Servicio de Impuestos Internos. Esta cesión implicó perder toda la inversión que había realizado en este emprendimiento».
A pesar de que aquella vez, Hopin no aclaró que el hijo del Presidente seguía figurando como secretario de la matriz registrada en California, Estados Unidos –situación que se mantiene hasta el día de hoy–, Interferencia recurrió vía ley de Transparencia al Servicio de Impuestos Internos (SII) para consultar respecto de si a ese organismo se le había informado sobre cesiones de derechos durante 2018 tanto en la compañía Hopin Chile SpA (filial chilena) como en Hopin Inc. (matriz estadounidense).
Tal como publicó nuestro medio el pasado 9 de enero, la respuesta del SII fue clara: no registraba cambios de propiedad en ninguna de estas dos compañías durante ese año.
La única sociedad que tuvo cambios en 2018 fue una que no registra compras con Mercado Público y que en sus inicios, en septiembre de 2011, se llamaba Hopin SpA, pero que en marzo de 2013 pasó a llamarse Happy Bunny SpA.
En esta última escritura pública, donde se hizo la modificación del nombre, figuraban como socios José Tomás Daire –cofundador de Hopin– y Cristóbal Piñera Morel.
Sin embargo, la última escritura que registra el Diario Oficial sobre esta empresa se remonta a julio de 2018, misma fecha en que Piñera Morel afirmó haberse desvinculado de la empresa.
Pero en este documento no quedó como accionista cualquier persona; con similar cantidad de acciones que el hijo del presidente Sebastián Piñera, quedó como socio Juan Tomás Turner Fabres, abogado personal de Cristóbal Piñera Morel, quien en sus experiencias laborales no declara cercanía con compañías tecnológicas, y quien estuvo –al igual que José Tomás Daire– en la polémica gira a China, costeando su propio pasaje pero invitado por Prochile a distintas actividades, donde hubo al menos un evento con el presidente Piñera y varias otras con las mayores firmas de tecnología del gigante asiático.
En vista del análisis realizado por nuestro medio a decenas de documentos, la única sociedad relacionada a Hopin que tuvo cambios en su propiedad fue Happy Bunny.
Pero todo indicaría que Cristóbal Piñera Morel le cedió los porcentajes a su abogado, Juan Tomás Turner, quien ha constituido distintas sociedades en nombre de Cristóbal Piñera Morel, luego del segundo ascenso de Sebastián Piñera a La Moneda.
Así lo hizo el 29 de marzo de 2018, cuando creó y quedó como accionista único de Inversiones Oahu e Inversiones Kauai, ambas sociedades en las que quedó como administrador el hijo del Presidente; y así lo hizo también el 25 de marzo de 2019, cuando creó y quedó como accionista único de Kauai Labs SpA, que tenía un directorio integrado por Cristóbal y Sebastián Piñera Morel, además del mismo Turner Fabres.
IInterferencia se contactó con José Tomás Daire, socio de Hopin, para hacer las preguntas respectivas a este artículo, en particular la cesión de derechos que se produjo en Happy Bunny.
«Ustedes dijeron que Cristóbal Piñera se había retirado de Hopin en 2018, pero ninguna empresa con ese nombre y relacionada a ustedes tuvo una operación de esta índole, acorde a lo que me respondió vía Ley de Transparencia el Servicio de Impuestos Internos»
Y prosiguió:
«LA única que tuvo movimiento, según el SII, fue Happy Bunny, donde Cristóbal tenía 357 acciones de 1.000, y en julio de 2018 quedó con la misma cantidad de acciones Juan Turner, el abogado de Cristóbal.
¿Cristóbal le cedió sus acciones a su abogado?».
Hasta el cierre de esta edición no fue posible obtener una respuesta de su parte.
Interferencia también intentó contactarse con Juan Tomás Turner, lo que tampoco se pudo.
Fuente: Interferencia