Los 42 funcionarios del Servicio de Reinserción Social  de la Cárcel Santiago Uno, entraron a su segunda semana de huelga. Pero más allá de sus legítimas reivindicaciones salariales y laborales, el conflicto de estos funcionarios dejó al descubierto una severa crisis en el sistema de cárceles concesionadas, donde los únicos que ganan son los propietarios de la Concesionaria Compass Group. A modo de ejemplo, Santiago 1 fue diseñada para albergar hasta 2.568 internos, pero ya se hacinan allí 4.000 internos.

Nadie le pone el cascabel algato por una razón muy sencilla: mientras más internos haya en Santiago Uno, más dinero ganan los concesionarios, por concepto de multas y provisión de servicios.

El equipo de Reinserción Social de Cárcel Santiago Uno va por la segunda semana de huelga legal. Psicólogos, monitores deportivos y terapeutas ocupacionales, entre otros, mantienen paralizadas sus labores a la espera de mejoras salariales y condiciones laborales.

Los 42 funcionarios que componen el equipo de la Concesionaria Compass Group, mantienen paralizadas sus labores a la espera de una respuesta de la empresa, a la que piden compensar la sobrecarga laboral producida por la sobrepoblación penal.

«La cárcel Santiago 1 fue diseñada para cumplir con los más altos estándares de seguridad y de respeto por la dignidad y derechos humanos de los internos, apegada a estándares internacionales y modernos de trabajo penitenciario. Fue diseñada para albergar hasta 2568 internos, sin embargo ya pernoctan allí 4000 internos», manifestó el vocero de la huelga, Oscar Robles.

Según el dirigente sindical, no existe voluntad de mejorar la situación pues existe una “colusión entre el gobierno y la concesionaria”, pues, «mientras más internos haya en Santiago Uno, más dinero ganan por concepto de provisión de servicios».

La empresa concesionaria Compass Group, encargada de proveer todos los servicios básicos de la cárcel excepto la seguridad, recibe 1.400 millones de pesos anuales por hacerse cargo de más internos de los estipulados. Pese a ello, los dineros por área siguen siendo los mismos, lo que afecta la calidad de vida tanto de los reclusos como de los trabajadores.

Así lo revela Óscar Robles, delegado sindical del área de reinserción social de Santiago 1, quien considera que “estructuralmente” las cárceles concesionadas no son una mala idea, pero debiesen ser mejor fiscalizadas para poder cumplir con su objetivo:

“Se está desvirtuando el sentido social de generar recintos en los cuales se busca la rehabilitación de las personas. Porque al final del día ese debería ser el sentido de las cárceles, no debería ser un lugar donde los tipos estén y se sequen hasta que salgan y vuelvan a hacer algo. No, deberían ser lugares que les entreguen las herramientas para poder reinsertarse en la sociedad”.

Según cifras de Gendarmería, el 26% de la población penal en Chile cumple sus condenas en cárceles concesionadas. El proceso de concesiones inició el año 2000 y durante la semana pasada, Fundación Paz Ciudadana dio a conocer los resultados del primer estudio sobre este tipo de prisiones.

Entre los resultados destaca el hecho de que no es posible establecer diferencias entre las cárceles concesionadas y el sistema estatal en relación a la disminución de la reincidencia delictual.

La directora del área de justicia y reinserción de la Fundación Paz Ciudadana, Ana María Morales, explica que además se descubrieron problemas en relación a la oferta programática prestada en los recintos concesionados:

“En general la oferta está orientada a los sectores denominados de menor compromiso delictual y en algunos casos a los de mediano compromiso delictual y aquellos que, por así decirlo, más lo necesitan, son los que menos están recibiendo oferta. Es decir, la oferta se está focalizando en aquellos sectores que probablemente, pasen o no por programas, igual van a dejar de cometer delitos y eso es totalmente contrario a la evidencia internacional en esta materia”.

En ese sentido, el Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2011, especifica que “en aquellos casos en los que la provisión de determinados servicios básicos en las cárceles, como el suministro de alimentos o de atención médica, haya sido concesionado a personas privadas (…) el Estado sigue siendo responsable de la supervisión y control de calidad”.

Segundo comunicado de los funcionarios en huelga

Ayer se difundió por primera vez en prensa que el Área Social de la cárcel Santiago 1 se encontraba en huelga legal. Hoy iniciamos el 7° día de huelga y el tema que proponemos es: “Colusión entre gobierno y concesionaria”.

La cárcel Santiago 1 fue diseñada para cumplir con los más altos estándares de seguridad y de respeto por la dignidad y DDHH de los internos, apegada a estándares internacionales y modernos de trabajo penitenciario.

Fue diseñada para albergar hasta 2568 internos; sin embargo ya pernoctan allí 4000 internos y, como resulta natural, ya nadie quiso hablar más de estándares de ningún tipo ni menos de DDHH. Para qué,si es una cárcel…

Pero ¿cómo es posible que hayamos llegado a este punto?

La respuesta no es tan complicada: simplemente porque ha sido extremadamente funcional tanto para el gobierno –decimos gobierno porque definitivamente no podría serlo para el Estado- y para la Concesionaria CompassGroup, porque ha ganado tanto dinero que al mirar las cifras uno duda incluso de cómo leerlas…

En palabras simples: para sostener la campaña de la derecha conocida como “la puerta giratoria” convirtieron a Santiago 1 en un “vertedero humano”, sin la menor preocupación por las condiciones a las que someterían a esas personas y sin el menor cuidado por las consecuencias que conllevaría para los trabajadores que allí laboramos: trabajadores del área social y también funcionarios de Gendarmería.

He ahí porqué ha resultado funcional para el gobierno.

¿Por qué la Concesionaria no ha hecho nada en todos estos años?

Porque mientras más internos haya en Santiago 1 más dinero ganan por concepto de provisión de servicios. Y, como si fuera poco, reciben un pago extraordinario de UTM 100 diarias. No queremos poner cifras porque dan ganas de ponerse a llorar.

¿Qué supone semejante sobrepoblación para nosotros que somos los que laboramos en Santiago 1?

Evidentemente tener muchísimo más trabajo, además de tener que laborar en un medio cada día más peligroso y hostil pues son estas situaciones asociadas de suyo al hacinamiento provocado por la sobrepoblación.

Donde dormía uno, hoy duermen cuatro.

Gendarmería debe redoblar sus esfuerzos para evitar y controlar las riñas que se multiplican y evitar además los destrozos a la infraestructura de una cárcel que a estas alturas no refleja lo joven que es sino  un deterioro deplorable.

En síntesis, el gobierno gana al disponer de un recinto donde mandar y mandar gente presa para luego mostrar su “éxito” en el control de la delincuencia. La Concesionaria CompassGroup recibe gustosa esas decenas de ingresos diarios con calculadora en mano mientras a nosotros, los trabajadores del área social, nos “duele la guata” al ver lo que han hecho de esta cárcel y, cabeza gacha, debemos aceptar asumir la sobrecarga laboral que supone una sobrepoblación completamente inmoral.

No debe entonces sorprender que seamos nosotros, los trabajadores del área social de la cárcel, quienes levantemos estos temas. No el gobierno ni la concesionaria CompassGroup cuyo compromiso definitivamente no está en la rehabilitación de los internos sino que parece estar en la ganancia política en el primer caso y en la económica en el segundo.

Oscar Robles Werner-Wildner
Viviana Chavez Lagos
Romina Abarca Rodríguez

Delegados Sindicales Reinserción Social Santiago 1

Primer comunicado delos funcionarios en huelga

Hoy el Servicio de Reinserción Social de la cárcel concesionada Santiago 1 se encuentra en HUELGA LEGAL.

Qué significa que nos encontremos en huelga legal?

Significa que los internos dejan de recibir las intervenciones destinadas a su rehabilitación social; o las reciben de forma degradada por parte de un grupo improvisado de profesionales dispuestos transitoriamente por nuestro empleador, como medida de emergencia, “para cumplir”.

Se trata de hacer como si se hiciera el trabajo. Aquí ya no importa la calidad de lo que se hace o su fin social; lo que importa es evitar multas. Un tema meramente económico.

A eso se resume todo.

Pero resulta que como conjunto, la sociedad representada por el Estado de Chile determinó que la misión de Gendarmería (parte del Estado) ES la Reinserción Social de los internos. La razón de existir de las cárceles es precisamente esa misma; si no, ¿para qué tener cárceles?

Con la existencia de las cárceles concesionadas, el Estado delegó la Reinserción Social –la Misión de Gendarmería- a privados, cuyo objetivo fundamental es el lucro, ganar el máximo dinero posible.

En otras palabras, sometió a las leyes e intereses del mercado la rehabilitación o reinserción social de los internos.

Hoy el Servicio de Reinserción Social de la cárcel Santiago 1 se encuentra en HUELGA LEGAL por plata…

Por la tacañería de un privado al que le interesa más el dinero que la reinserción social de los internos. De otro modo, no habría empujado con todas sus fuerzas para que a este equipo no le quedara sin o la opción más extrema que ofrece la ley, a costa del interés de nuestro país.

Pareciera hoy que no fue buena idea enajenar esta fundamental función del Estado…tal y como ya lo plantearon innumerables voces desde el interior de la propia Gendarmería.

Hoy este servicio de los internos está paralizado por dinero, lo cual resulta moral y socialmente inaceptable.

El sentido más común y, a estas alturas la evidencia, indican que al igual que la Educación y la Salud, la Reinserción Social de los internos debe volver al Estado pues es su responsabilidad y debe ser de su interés. El interés de nuestro empleador Compass Group es ganar dinero sin estas consideraciones.Es nuestra convicción, producto de estos 6 años de vida de la cárcel Santiago 1.

Sobramos en Compass Group, le hacemos falta a los internos y también al Estado, representado por Gendarmería de Chile.

Ese parece ser el sentido trascendente de todo lo que sucede y lo que suceda con nosotros.

Viviana Chavez Lagos                                         
Oscar Robles Werner-Wildner

Delegados Sindicales Reinserción Social Santiago 1

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