Todo en la misma semana. La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Samantha Power, solicitó al Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, que el gobierno isleño haga otra investigación sobre el accidente automovilístico en que murió Oswaldo Payá, del anticomunista Movimiento Cristiano Liberación. La hija del fallecido, Rosa María Payá, inició una visita a Chile con el objetivo de conseguir apoyo de la derecha y la Democracia Cristiana para que exijan a las autoridades cubanas que abran el proceso sobre el accidente. Y en España, el chofer del vehículo, Andrés Carromero, militante del derechista Partido Popular, quien fue hallado culpable de la colisión, condenado y luego enviado a su país para cumplir el fallo judicial, arremetió diciendo que los responsables de la muerte de Payá eran “los servicios secretos cubanos”.

Un triángulo de acciones en torno del caso Payá que fuentes diplomáticas cubanas atribuyen a “una campaña” contra Cuba reviviendo un caso que ya fue juzgado por las autoridades isleñas, ante autoridades españolas que respetaron y avalaron el proceso, donde se concluyó por peritajes y testigos que Carromero iba a exceso de velocidad, derrapó y chocó contra un árbol, lo que causóla muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero. Eso también lo acreditó el ciudadano sueco Aron Modig, del derechista Partido Social Cristiano de Suecia, quien iba en el automóvil.

La acción de la embajadora estadounidense, el viaje de Rosa María Payá a visitar a sus amigos políticos en Chile y las declaraciones de Carromero despiertan cuando menos la apreciación de que se trata de una operación destinada a reabrir el caso, colocando como eje establecer que el opositor a la Revolución Cubana fue muerto intencionalmente y no en un accidente de tránsito como quedó acreditado.

Las cosas subieron de tono en estos días -sumado a lo anterior-, cuando la congresista estadounidense Ileana Ros-Lehtinen acusó al gobierno de España de sumarse a “la trama de mentiras” sobre los hechos en que murió Oswaldo Payá, abriendo una polémica entre la derecha, porque el legislador del Partido Popular, Teófilo de Luis, le contestó que eso era falso y que no existe entre los gobiernos de ambos países un pacto de silencio.

Carrromero

El chofer responsable indicó ahora que un auto, supuestamente de “la Seguridad cubana”, golpeó el vehículo en que viajaban, en un lugar de la carretera entre Bayamo y Las Tunas, en la provincia de Granma y eso los lanzó hacia el árbol. Incluso planteó que una vez hospitalizado le habrían colocado algunas drogas o sedantes y que estuvo en condiciones inhóspitas en la cárcel cubana.

Carromero no citó al sueco que iba con él en el auto y que no tiene esa versión de los hechos; tampoco las pruebas ni pericias, y llegó a decir que los funcionarios españoles en la isla le indicaron que alterara su versión, declarándose responsable del accidente.

Inmediatamente el presidente español, Mariano Rajoy, del mismo partido que Carromero, declaró ante la consulta de la prensa que “no tengo que añadir nada sobre ese asunto a lo que yo dije en su día”.

En su momento, el gobierno español señaló que “viene prestando, dentro de las funciones consulares, ayuda y asistencia al ciudadano español. Desde ese punto de vista, se han respetado por parte de las autoridades cubanas los derechos a la asistencia consular y los trámites de tipo administrativo y judicial se están desarrollando con normalidad”.

Sobre las nuevas declaraciones del chofer español, y cuya versión de nueva cuenta apoya Rosa María Payá, el Canciller de España, José Manuel García-Margallo declaró enfático que si éste “sostiene una versión distinta de la que sostuvo en el juicio…tendrá que demostrar que eso ha sido de otra manera”.

Le pidió que lo haga ante Tribunales y no a través de la prensa.

El jefe de la diplomacia española manifestó que el gobierno de esa nación  “no tiene que apoyar ningún tipo de investigación internacional” sobre el caso Payá.

Cuando se desarrollaba el juicio en Bayamo, el Cónsul español, Tomas Rodríguez, declaró a la prensa que el proceso fue “limpio, abierto y procesalmente impecable”, y opinó que “la defensa ha estado muy bien”.

Ángel Carromero fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario y conducción imprudente. Debido a convenios entre Cuba y España, el ciudadano español pudo ser trasladado a su país y según versiones de prensa, allá lo dejaron en libertad antes de que cumpliera la condena. Por lo demás, Carromero tenía en España 45 multas por infracciones de tránsito, tres de ellas por manejo a exceso de velocidad.

Rosa María en Chile.

En ese marco, la hija de Oswaldo Payá, que junto a su madre y familiares ya se fue a vivir a Miami, sin que las autoridades cubanas le impidieran salir del país, llegó a Chile, se entrevistó con el ex presidente Patricio Aylwin (PDC) y el presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker. Hubo versiones de que se reuniría con la candidata presidencial de la derecha, Evelyn Matthei.

Ella llegó insistiendo en que su padre fue asesinado y justo cuando arribó a Chile, salían en España las declaraciones de Carromero, lo que imprimió un argumento a Payá durante su visita a Santiago.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, dijo que la visita “no tiene mucha importancia” e indicó que el procedo judicial por la muerte de Oswaldo Payá ya está cerrado y tuvo el reconocimiento hasta de las autoridades españolas.

Sobre declaraciones del senador Ignacio Walker en cuanto a una presunta responsabilidad del gobierno cubano en la muerte del padre de Rosa María, Oswaldo Payá, Teillier expresó que “es como si yo dijera que el responsable de la muerte del comunero mapuche es el gobierno chileno, sería una irresponsabilidad decirlo sin tener pruebas”.

Agregó: “Más aún, en el caso de Payá está clara la responsabilidad del chofer del vehículo, que es miembro del Partido Popular de España”.

Consultado sobre la acusación de que en la isla hay “una dinastía comunista”, formulada por Walker, el presidente del Partido Comunista comentó:

“A propósito de dinastía, le preguntaría cómo andamos por casa, sin ofender, pero son hechos de realidad”.

Ignacio WalKer habló de la existencia de “una dictadura de izquierda” en Cuba y de que en Chile hubo “una dictadura de derecha”, ante lo cual Guillermo Teillier sostuvo que “sí, tuvimos una dictadura de derecha en Chile y terrorismo de Estado, el asunto es quiénes lo consintieron, aunque algunos después se hayan arrepentido y en buena hora”.

El presidente del PC, al hablar con algunos medios de prensa, indicó que en estas situaciones lo adecuado es hablar con antecedentes serios en la mano y no sumarse a campañas mediáticas.

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